Columna de la discapacidad
PERSONAS CON DISCAPACIDAD
¿IDIOTAS, IMBÉCILES Y DÉBILES MENTALES?.
Dr Pedro Avalos
En la columna de la discapacidad
de esta
semana, nos vamos a volver a referir a
la resolución 187 de este año
de la Agencia Nacional
de Discapacidad.
Se trata de la que aprueba el
baremo, con el cual se pretende medir el
grado de incapacidad laboral de las personas con
discapacidad, para permitirles
alcanzar una pensión no
contributiva.
En los últimos días,
tuvo una fuerte repercusión, tanto
en las redes sociales como en los medios de comunicación nacionales e internacionales,
la terminología obsoleta que
se utilizó en esa resolución.
Hablamos
de los términos idiota, imbécil y débil mental.
I.-
La Real Academia Española dice que es un cuadro gradual establecido para evaluar los méritos personales; la solvencia de las empresas; los daños derivados de accidentes o enfermedades; etcétera.
Los baremos de uso más frecuente
en la Argentina son los que permiten evaluar las consecuencias de un accidente laboral o el grado de invalidez para que
un trabajador pueda pedir, primero, el retiro transitorio y la jubilación
definitiva, después.
Por ejemplo,
el trabajador que sufre
la amputación del dedo meñique de una mano,
tiene una disminución de su
capacidad laborativa del
6 %. Y el que pierde un brazo, sufre una disminución del
70 % de esa capacidad.
La resolución 187 de este año de la Agencia
Nacional de
Discapacidad estableció
un nuevo baremo para la evaluación médica
de la invalidez destinada
a otorgar o no, las pensiones no contributivas para
las personas con
discapacidad.
II.-
El baremo aprobado refleja, una vez
más, el total desconocimiento
en materia de discapacidad que tiene el doctor Spagnuolo,
el Director Ejecutivo del organismo.
Este baremo implica un retroceso al modelo médico hegemónico, que ha quedado atrás con
la adhesión de nuestro país
a la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, en
el año 2008 y a su incorporación a los tratados internacionales con
jerarquía constitucional, en el año 2015.
Pero no solo pretenden
volver a un modelo ya superado: además
lo hacen mal.
Para el doctor Spagnuolo,
la persona que tiene un coeficiente intelectual
menor a 30 es idiota.
Esta persona no lee ni escribe; no conoce el dinero; no controla esfínteres y no atiende sus necesidades básicas.
La que tiene entre
30 y 50 de coeficiente intelectual, es imbécil.
En este caso tampoco lee ni escribe,
pero atiende sus necesidades elementales y puede realizar
tareas rudimentarias.
La persona débil mental profunda tiene un coeficiente
intelectual entre 50 y 60, lo que implica que solo firma, tiene un vocabulario simple, no maneja el dinero y puede realizar
tareas rudimentarias.
Estas personas, los idiotas, los imbéciles y los débiles
mentales profundos son las personas que pueden aspirar a una pensión no contributiva.
III.-
Ya dijimos que Spagnuolo es un ignorante total en materia de discapacidad.
Pero entonces ¿de dónde sacó esto de los idiotas,
los imbéciles y los débiles mentales?
¿De los insultos
dentro de los discursos de Milei?
Puede ser que
haya querido brindar un homenaje
a los delirios del presidente.
Pero la resolución 187 de este año cita otra fuente: el baremo
de la seguridad social.
Fue aprobado por
el decreto 478 de 1998.
Es decir, fue sancionado 10 años antes
de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, en la postrimerías del gobierno
de Carlos Menem.
El trabajador o la trabajadora que
sufrió un accidente que
le impedía volver a sus labores,
es evaluado con este baremo para resolver
si le corresponde acceder al retiro
transitorio por invalidez.
También se aplica este baremo para evaluar la discapacidad
de los hijos del jubilado o la jubilada fallecidos
para tomar la decisión de darle la pensión derivada.
IV.-
Entonces, si el Dr. Spagnuolo quisiera
aprender sobre la materia,
debería saber que para la evaluación y valoración de
la discapacidad se utilizan hoy, en el mundo, dos clasificaciones de la Organización
Mundial de la Salud (OMS):
- la Clasificación Estadística Internacional
de Enfermedades y Problemas Relacionados
con la Salud. Abreviadamente, es la CIE 11, vigente desde 2022.
- la Clasificación Internacional
del Funcionamiento, de la Discapacidad y de
la Salud, la CIF.
Esta última
clasificación tiene cuatro componentes:
- los factores ambientales y
- los factores personales.
Estos cuatro componentes se indican en todos los certificados,
los CUD, acompañados de letras y números que codifican lo situación de la persona en materia de discapacidad.
Veamos un ejemplo: dentro de las funciones corporales,
el código b770 significa que, dentro de las
funciones de las articulaciones y los huesos, esa persona tiene
afectadas las relacionadas con el
patrón de la marcha.
Otro ejemplo: el código b167,
dentro de las funciones mentales específicas, implica que
esa
persona tiene afectadas las funciones mentales del lenguaje,
esto es, las relacionadas con el
reconocimiento y la utilización de
sus signos, símbolos y otros componentes.
En el baremo aprobado por
Spagnuolo, los idiotas y los imbéciles no leen ni escriben.
La OMS ha plasmado en la CIF una caracterización bien distinta: dentro del componente de
actividad y participación, las personas que tienen problemas de esta naturaleza, en
materia de aprendizajes básicos, tienen
afectadas las posibilidades
de aprender a leer
(d140) y a escribir (d145).
V.-
Esta aberración será corregida.
En un comunicado oficial de la Agencia Nacional de
Discapacidad se reconoció
los errores de la norma sancionada
el mes en el mes de enero de
este
año.
Se anunció que la inclusión de esa
terminología se debió a su utilización en otros momentos históricos
pero que han perdido actualidad.
El anuncio refleja
también que el doctor Spagnuolo sigue
sin estudiar la materia discapacidad.
En efecto,
prometen modificar la resolución
187/2025, de acuerdo a dos instrumentos:
- la
Clasificación Internacional
de Enfermedades que
recién
citamos,
la CIE
11 y
- el Manual
Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales, conocido como DSM 5, originado en los Estados Unidos.
Cómo vemos,
el doctor Spagnuolo todavía no tuvo tiempo
de conocer la CIF.
VI.-
Quiero cerrar
esta columna con una enseñanza y dos
recomendaciones.
La enseñanza se
refiere a que la lucha no es
en vano: más temprano que tarde lograremos
que se haga justicia.
La presión nacional
e internacional logró que
se modificara esta aberración.
La lucha continúa.
Y quiero también dejar dos
recomendaciones: actualicen los domicilios tanto en la agencia
Nacional de discapacidad
como en la ANSES: no recibir la
citación y no concurrir a la misma, le dará al
gobierno el pretexto
para suspender la pensión. Y recuperarla será un calvario.
La segunda recomendación es que actualicen
también, la documentación médica y la socioeconómica.
VII.-
Llegó la hora de
abrir una nueva etapa en la
inclusión de las personas con discapacidad.
Ya iniciamos la tarea de reunir adhesiones para construir un nuevo partido político, que lleve a la discapacidad al Congreso de la Nación, a las legislaturas provinciales, a los consejos deliberantes
y a las comunas.
Muchas gracias.
CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DEL
FUNCIONAMIENTO, DE LA
DISCAPACIDAD Y DE LA SALUD, LA CIF:
https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/43360/9241545445_spa.pdf
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